En la sima de los huesos se encontraron restos de al menos 32
individuos y eso es algo extraño ya que no tenían como costumbre enterrarlos,
sin embargo por algún motivo fueron trasladados hasta allí, convirtiendo la
sima de los huesos en un cementerio. No sabemos si existía algún tipo de ritual
o si sentían su perdida, pero vemos que ya no se sometían al canibalismo.
Como ya he dicho no sabemos si sentían su pérdida, pero sí que sabían que se
trataban de animales muertos distintos y por ello necesitaban un trato
distinto.
Al contrario que sus antecesores el Homo antecessor no
practicaban el canibalismo y dejaron de ver a los muertos como banquetes para pasar
a enterrarlos.
Su
dieta estaba compuesta por una gran variedad elementos vegetales a los que hay
que añadir los animales que cazan (cérvidos, équidos, y grandes bóvidos) o
carroñean (mamuts o rinocerontes).
El
estudio detallado de los fósiles encontrados nos ha llevado a la conclusión de
que los Homo antecessor que vivían en Altamira no eran zurdos.
El estudio detallado de los
huesos puede decirnos mucho sobre el modo de vida de nuestros antepasados. Por
ejemplo, sabemos que los habitantes de la Sierra de Atapuerca no eran zurdos.
Usaban mucho sus dientes como
herramienta, casi como una tercera mano. El desgaste era enorme, hasta tal
punto que en la treintena ya los habían desgastado. Probablemente los utilizaban
para sujetar cosas, así como para comer vegetales sin cocinar. Esto suponía una
dura carga sobre la articulación de la mandíbula, lo que podría explicar el que
casi todos los individuos de la Sima tengan señales de artrosis en ella.
Los dientes nos hablan también de épocas de escasez de alimentos o
enfermedad: casi un tercio de los individuos de la Sima pasaron por momentos de
estrés por malnutrición o enfermedad. En muchos casos esto ocurría hacia los
tres o cuatro años, que corresponde con el destete.
LA FAMILIA DE ATAPUERCA
En la Sima de los Huesos hay
restos de al menos 32 personas, de distintas edades y sexos; la mejor muestra
conocida de una población de su época. En la Sima de los Huesos hay 32
individuos, de los cuales 9 eran mujeres y 9 varones; de 14 es imposible
conocer el sexo. Por edades hay 4 niños menores de 13 años y 11 adolescentes de
entre 13 y 17 años, la edad más representada en el yacimiento. No hay niños por
debajo de los tres años, y sólo 3 personas (una mujer y dos sin sexo conocido)
tenían más de 30 años cuando murieron. Casi la mitad (15 individuos) estaban
por debajo de los 18 años.
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